El fantasma de la sequía crónica asola Etiopía

La generación de 1980 creció con la imagen de una Etiopía asolada por las sequías y las hambrunas. Los movimientos en solidaridad con la situación crítica que vivía el país llevaron a conocidos artistas como Michael Jackson y Lionel Richie a apoyar la causa, aportando temas musicales como “We are the world”. La generación de 1990 vivió con el recuerdo, más musical que social, de esta situación. Las generaciones actuales ya no conocen el sentido de la canción. Las crisis de Etiopía son un problema olvidado. Un problema enterrado en los medios de comunicación.

La FAO denuncia la situación de hambruna que se vive en muchas regiones de Etiopía, debido a la falta de agua, mientras sus índices económicos crecen cada año. Trigo, cebada, maíz o teff (usado para el plato típico como la injera) son algunos de los productos básicos que se realizan a lo largo de las 13 millones de hectáreas cultivables, y que dependen de las vulnerables lluvias de la región.

La deforestación de las zonas altas del país, provoca que las escasas lluvias se distribuyan de manera desproporcionada, creando inundaciones en las zonas bajas. De esta manera, otro problema se suma a la situación del país. Llueve en escasas cantidades y cuando el tiempo ofrece el recurso del agua lo hace de manera desmesurada, estropeando cultivos y evitando el aprovechamiento de este recurso hídrico natural.

En 2008 se repitieron las sequías. Gran parte del país se vio afectado. Las malas cosechas provocaron 4,6 millones de personas con necesidades de recibir ayuda alimentaria de emergencia y 7,5 con otras necesidades básicas sin cumplir. Esta situación no hace más que incrementarse.

 

Muchas mujeres recorren hasta 22 km cada día para conseguir agua

(Accede al informe de la OCHA sobre la situación del cono de África)