Tradicionalmente, en la Sociedad Somalí hay una división de género en las labores y responsabilidades. Técnicamente la mayoría de las posesiones son propiedad de la comunidad incluido la tierra de pastoreo y los puntos de agua. Sin embargo la tierra de cultivo pertenece a los clanes y no puede ser traspasada a otra persona de un clan distinto.
Los hombres son los responsables de velar para que las relaciones laborales descritas anteriormente sigan estables. Además, los hombres responden a los líderes del clan y a la opinión de los líderes de la comunidad, todos ellos hombres. Son los hombres quienes empiezan las actividades agrícolas, como la siembra inicial. Es entonces cuando su implicación exclusiva termina, incorporándose las mujeres en el resto del cuidado y las actividades hasta el tiempo de la cosecha. Después de la cosecha serán las mujeres las que llevarán los productos al mercado y comercializaran con ellos. En tiempos de migración, serán los hombres, actuando como miembros líderes de la comunidad, los que decidan cuando moverse -coordinando el movimiento- y decidirán a donde ir con el ganado.
Todavía en el Siglo XXI nos encontramos poblaciones nómadas en Etiopía. Buscan de norte a sur y de este a oeste pasto y agua para sus rebaños de cabras, burros o camellos. En el viaje de Bare a Garile nos encontramos con uno de ellos a 50km al norte de Bare en la región Somalí. Siempre agradecen una breve conversación, aunque no deja de ser complicado porque ellos no hablan inglés y nosotros, su lengua amárico, lengua semítica con origen en los descendientes de los hijos de Sem, hijo de Noé. En esta ocasión nos pidieron ayuda para el anciano que había caído y se encontraba magullado. Cuál fue nuestra sorpresa cuando al fondo del carro se encontraba un niño enrollado entres tus pies. El grupo tenía unas 50 personas y no con cierta dificultad pudimos hacer algunas fotografías, entre ellas la de esta joven, una joven hermosa hija del clan. En estos clanes las bodas concertadas son algo normal y curiosamente nos enteramos que esta joven podría alcanzar por su belleza un pago bastante alto, cercano a los 25 camellos. Riqueza que sería gestionada por el clan y utilizado para conseguir mujer para otro hombre del clan.
Las mujeres, por otra parte en los clanes, no tienen mucho que decir con respecto a las propiedades, pero manejan y gestionan las pertenencias de la familia o de su clan, y comparten de una forma equitativa los recursos entre ellas. Las mujeres son las responsables de la educación y crianza de los niños, del cuidado de los pequeños huertos asociados a la vivienda, y se ocupan de los cultivos durante su crecimiento y cosecha. Seguidamente la prepararan para el consumo de la familia y para su venta en el mercado. Por otro lado, en las aldeas, la mayoría del ganado esta bajo el cuidado de las mujeres, solo si hay necesidad de vender algún animal, el hombre participará del proceso.
Las principales actividades generadoras de ingresos son las ventas de productos agrícolas y ganaderas en los puestos de los mercados. El rol tradicional que asume la mujer en la mayoría de los países en desarrollo también se da en la región de Somalí. Encargada de todas las tareas del hogar, y del cuidado de los niños, son ellas también las que van a recoger agua a grandes distancias y en circunstancias precarias y peligrosas, cuando se tratan de poblaciones cercanas al discurrir de un río. Las mujeres que forman parte de matrimonios polígamos (un hombre con varias mujeres), asumen todavía más responsabilidades durante la ausencia del marido; ya que las tareas relacionadas con la agricultura y la ganadería son compartidas tanto por hombres como por mujeres, cuando estas mujeres pasan un periodo sin la compañía de su marido deben responsabilizarse completamente del cuidado del cultivo y de las reses de la familia.
La gran mayoría de los somalíes que se encuentran son musulmanes sunnies, y por lo general, las mujeres son mas religiosas que los hombres, las mujeres no suelen ejercer su derecho a palabra u opinión en los asuntos religiosos y son sus padres o la comunidad en algunos casos los que deciden en su matrimonio quedando bajo la tutela del marido una vez desposadas.
En nuestra visita a Bare, fuimos invitados a visitar a unos recién casados y al salir, uno de los trabajadores de las oficinas de ADRA insistió que visitáramos su casa y conociéramos a su esposa. Esa visita nos resultó muy violenta, encontramos a su esposa dentro de su cámara y el marido le insistió, contrariándola, a que saliera y nos saludara.
Primero desde el dintel de la puerta y luego posando con el marido. Cuando la situación se relajó, él nos contó que ella pertenecía a un clan poderoso y que sus padres se negaron que la tomara como esposa. Una noche los dos jóvenes escaparon del Kebele y fueron perseguidos por los familiares durante varios kilómetros, hasta que desgraciadamente la madre de ella tuvo un accidente. Esta situación hizo recapacitar al clan cediendo al deseo de la pareja. En la foto ya llevaban 1 año felizmente casada, pero sin hijos lamentó ella.
Artículo publicado en la revista ISHA núm. 7
Antonio Lerma Periodista Comunicación ADRA