La recuperación agrícola es costosa, ardua y sumamente peligrosa para las condiciones de vida de sus habitantes. La segunda fuente económica del país, la ganadería también se ha visto afectada. De esta manera, el 2009 arrasó, por ejemplo, con el 90% de las cabezas de ganado de los pastores de 4 regiones de Niger. Ante la falta de pastos, algunos trabajadores del campo de Mali, Niger, Mauritania y Chad han comenzado a desplazarse en busca de alimento para su ganado un mes antes de lo habitual. Los expertos aseguran que si no se interviene el precio del ganado caería notablemente, reduciendo el poder adquisitivo de las familias.
A pesar de las fuertes cosechas de 2010, Sahel está al borde de la crisis. La desnutrición aguda comienza afectar a los más indefensos, los niños, que se han visto alejados de las escuelas, los mercados no tienen algunos productos de primera necesitad, y los jóvenes emigran en busca de trabajo.
Según las ONGD aún estamos a tiempo de solucionar este mal coloso. La lucha contra el ciclo del hambre requiere de la ayuda de todos.