Han pasado cuatro años desde que en septiembre de 2010, un joven arquitecto asumiera el más grande desafío que hubiera conocido hasta ese momento: convertirse en coordinador del más importante convenio (Programa Plurianual) de ADRA en Etiopía en más de 15 años de experiencia en el continente, y gracias a la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID). Nacido en Castellón e hijo de padres haitianos, Jimmy Jr. Jean Baptiste, o Jimmy como lo llamamos todos, presentó su candidatura a la posición de coordinador de convenio impulsado por lo que él mismo definiría más adelante como un llamado divino. “Lo puse todo en oración…” explicó durante su entrevista mientras dejaba ver cualidades no solo técnicas por su formación, sino de carácter: compromiso y disposición de andar un camino incierto.
El convenio firmado con la AECID se concentró en la Región Somalí de Etiopía, en la frontera sur-oriental con Somalia, más específicamente en dos de las comunidades más pobres: Bare y Kelafo, con una población compuesta por aldeas dedicadas al pastoreo semi-nómadas, junto con otras más sedentarias y dedicadas a la agricultura
Este programa fue diseñado para abordar la extrema escasez de agua para el consumo humano, agrícola y ganadero, a través de infraestructuras sostenibles como pozos, estanques, reservorios subterráneos y sistemas de irrigación que están reduciendo la vulnerabilidad de la población a la sequia que asola gran parte de la región.
Por otro lado, el desarrollo de capacidades productivas de la población a través del establecimiento de cooperativas, cadenas de valor, el apoyo a la microempresa y fortalecimiento de otras infraestructuras rurales (almacenes familiares y comunales), está contribuyendo al crecimiento económico de la zona y al desarrollo de iniciativas para la generación de ingresos.
Finalmente, este programa ha incluido actividades de mitigación y respuesta a emergencias, las cuales no solo han cubierto las necesidades básicas como el acceso al agua y los alimentos, sino también están facilitando la recuperación de las familias para continuar con su proceso de desarrollo sostenible a más largo plazo.
Cuatro años después de su inicio y llegado el final de este proyecto, la experiencia en Etiopía ha dejado huella, y con ella, la convicción de que su llamado no ha acabado con este convenio, sino que estos últimos cuatro años ha sido solo el principio de una labor humanitaria dedicada a mejorar la vida de los más vulnerables.
Gracias Jimmy por tu compromiso con los más pobres y tu dedicación. Te deseamos todo lo mejor en tu nuevo destino y confiamos en que cada paso que des, dejará huella en la vida de los demás; y recuerda…..esto es sólo el principio….lo mejor está por venir.
Kevin Hernández Brito
Técnico de proyectos internacionales para África
ADRA España