La provincia turca de Van se ve afectada por un terremoto de 7,2 en la escala de Richter que se manifiesta en una ola de destrucción y estimaciones de entre 700 y 1000 muertos.
En el año 1941, un terremoto de magnitud 7 acabó con la vida de 194 personas. Cinco años después otro seísmo de las mismas características alcanzó la cifra de 839 víctimas, en 1976 el movimiento tectónico se llevó la vida de 3840 personas. Cifras pequeñas en comparación con el desastre natural de la misma índole producido en 1999 con 20.000 muertes en el norte de Turquía.Sin embargo el país volvió a sentir la cara más trágica de la naturaleza.
Entorno a las 12:30 (hora española) del domingo día 23 de octubre, Turquía revivió una triste realidad ya conocida. Con el epicentro situado en el pueblo Tabanli, situado a unos 20 km de la ciudad de Van, el seísmo ha dejado dos replicas de 5,1 y 6 en la escala de Richter producidas durante la noche. Según uno de los últimos informes emitidos por el ministro del interior, Idris Naim Sahin, el número de víctimas supera la cifra de 217 muertos y más de 400 personas heridas.
Ante la destrucción y desolación vivida en las últimas horas en la zona, la OTAN ha ofrecido su ayuda a Turquía si fuera necesario. De la misma manera EEUU, Israel y la Unión Europea han mostrado su predisposición de ayudar.
Desde ADRA esperamos que la ayuda externa no demore en llegar y sumada a las iniciativas nacionales reduzcan los efectos de esta nueva catástrofe.