Día Internacional del Medioambiente: La fuerza femenina en la esfera del agua

El 5 de junio es el día Mundial del Medio Ambiente escogido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para sensibilizar a la población mundial en relación a temas ambientales. Los objetivos principales son motivar a las personas sobre el desarrollo sustentable y equitativo.

ADRA motivadora de esta sensibilización trabaja en 125 países poniendo en marcha proyecto de desarrollo sostenible y respetuosa con el Medioambiente.

En muchas culturas las mujeres son las que trabajan el campo y son las primeras que mantienen a sus familias y trabajan respetando la tierra, produciendo solamente aquello que necesita para vivir respetando el desarrollo armónico con la tierra, garantizando de esta manera el sustento y el equilibrio sustentable.

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La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el año 2013 como el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. No ha sido un capricho, sino una decisión motivada por las alarmantes cifras negativas existentes todavía hoy en día. Una

de cada siete person

as en el mundo no tiene acceso al agua potable, y según el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de 2006 casi el 40% de la población mundial vive sin medios de saneamiento básico, lo cual es la causa del 88% de las enfermedades de los países en desarrollo. Una de las metas del número 7 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es «reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento». Esto es claro indicio de la importancia del derecho humano al agua como uno de los principales bienes básicos.

P1160970CMYKA todos estos problemas se suma el de la feminización de la pobreza. En la mayoría de los países en desarrollo son las mujeres las encargadas de conseguir el agua y de su posterior gestión. Entre otras tareas, en muchas ocasiones, tienen que recorrer grandes distancias para acceder a las fuentes y ríos. Caminar por terrenos escarpados con baldes que pueden alcanzar los veinte litros, un peso muy elevado y dañino para el cuerpo, es uno más de los múltiples retos a los tienen que enfrentarse a diario. La búsqueda y acarreo del agua hace que las mujeres reduzcan su tiempo disponible, con lo cual sus actividades económicas, educativas o de ocio, se ven notablemente menguadas aumentando así su vulnerabilidad.

Además, las mujeres se hallan marginadas en la toma de decisiones y tienen serias dificultades para acceder a servicios, recursos y derechos. Sus libertades, oportunidades y posibilidades de desarrollo quedan debilitadas, quedando socialmente relegadas a un segundo plano, como meras sirvientas de agua. Esto no puede continuar así. Es necesario que se establezcan políticas de desarrollo inclusivas, que beneficien tanto a hombres como a mujeres, y conviertan el agua en un bien común de todos.

Teniendo en cuenta las funciones que ejerce, podemos asegurar que la mujer ha tomado la delantera y se ha convertido en el principal agente de desarrollo en la Esfera del Agua. Aunque su participación se caracteriza por su escasa influencia en las consultas sociales, las mujeres son las más concienciadas con los problemas de su comunidad y las más comprometidas a la hora de poner en práctica las medidas de mejora: rehabilitación de pozos, calendario de limpieza de las instalaciones de las fuentes comunitarias para evitar que se contaminen, potabilización del agua de consumo, creación de los Comités del Agua… Esto convierte al colectivo femenino en un sector de mejora potencial de la población.

Son muchas las organizaciones que trabajan en todo lo que concierne al agua, sin embargo no todas aplican un enfoque ecofeminista. Un ejemplo notable de trabajo en esta línea es Women for Water Partnership: una alianza de organizaciones de mujeres locales, nacionales e internacionales con un papel activo en el desarrollo sostenible, el agua y el saneamiento, la pobreza y el género, que está presente en aproximadamente cien países de África, Asia, Latinoamérica, el Caribe y el este de Europa.

Puesto que la mitad de la población mundial son mujeres, Women for Water Partnership posiciona a la mujer como la principal contribuyente para el desarrollo a través de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH).  «La GIRH es un proceso que promueve la gestión y el desarrollo coordinados del agua, el suelo y los otros recursos relacionados, con el fin de maximizar los resultados económicos y el bienestar social de forma equitativa sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas vitales», según la definición de la Asociación Mundial para el Agua. Women for Water Partnership facilita que puedan llevarse a cabo propuestas de proyectos diseñados por sus miembros, buscando expertos y donantes para la realización de los mismos. Acceso al agua potable, acceso al saneamiento, uso de las heces como fertilizantes, empoderamiento de las mujeres, creación de métodos de saneamiento ecológico, publicación de información para la población, impartición de seminarios, creación de pósters, son algunas de sus iniciativas.

Debido al potencial innato de la mujer en temas de subsistencia, ella es el motor capaz de promover cambios y de impactar en la esfera del Agua, el Saneamiento y la Higiene (WASH). Puede hacerlo, además, de una manera comprometida con el medio ambiente pues, al haber adquirido tradicionalmente el papel de «cuidadora», ha conseguido tener una visión más global y responsable de los demás y de su entorno.

Trabajando en pro de la equidad de género se podría llegar a una coincidencia de intereses y de líneas de actuación. El ecofeminismo podría convertirse en un modelo a seguir para mejorar el uso del agua en todas sus vertientes, y aumentar los índices de desarrollo.

Lucía González. Licenciada en Ciencias Ambientales-Máster en Cooperación Internacional-Especializada en Agua, Saneamiento e Higiene.

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