Para hablar de compromiso social por la Paz, hay que hablar de compromiso individual. Y para llegar a un compromiso individual hay que comprender qué significa la palabra Paz. Pero para definir que es Paz, primero tenemos que definir a su antagónico, el conflicto; puesto que si necesitamos promover la Paz es porque en su lugar predomina el conflicto.
Conflicto: «Choque entre elementos o ideas que esta?n en oposicio?n, o entre personas que piensan o actu?an de manera diferente. Una diferencia de opinio?n o propo?sito que frustra el deseo de alguien.» (Ken Sande)
Paz: «Equilibrio, estabilidad, se puede concebir como entendimiento y buenas relaciones entre grupos. Es un derecho que corresponde a toda la humanidad, y sirve de cauce para que todos los conflictos se solucionen fomentando relaciones de amistad entre los diversos pueblos, basándose en los principios de igualdad y libertad. Cuando se persiga la paz individual se conseguirá la paz colectiva». (Anónimo)
Es justamente en el momento que hay una diferencia de opinión o propo?sito, cuando se hace necesario encontrar el equilibrio o el entendimiento y conseguir una respuesta de paz para no desencadenar en conflicto.
Jesucristo mismo dijo: «Bienaventurados los que procuran la paz, porque serán llamados Hijos de Dios». ¿Cómo podemos como individuos procurar la paz? ¿Con qué herramientas contamos? Volvemos al conflicto e identifiquemos las principales causas del mismo.
1. Nula o escasa comunicación, desinformación, percepciones equivocadas.
2. Diferencia de valores, metas, prioridades, expectativas, intereses, criterios o estereotipos.
3. Competencia de recursos limitados, como es el tiempo, el dinero o una pésima gestión y/o repartición de los mismos.
Bien identificadas las causas, ya estamos encaminados hacia la consecución de la Paz. Esto es, porque debemos de reconocer que el conflicto es una OPORTUNIDAD. La Biblia muestra que las diferencias son naturales y beneficiosas puesto que Dios mismo nos creó como seres humanos únicos, con nuestras opiniones, deseos, prioridades y perspectivas distintas. La mayoría de estas diferencias son producto de la propia diversidad y beneficiosas para el enriquecimiento mutuo.
Por lo tanto el primer paso hacia el proceso de Paz es el RESPETO. Si nos respetamos unos a otros, aprenderemos a manejar correctamente nuestros desacuerdos para llegar a un diálogo productivo. Consecuentemente potenciaremos la creatividad promoviendo cambios útiles que obtengan consenso.
El segundo paso hacia la Paz se encuadra en el marco de la UNIDAD, versus uniformidad. Debemos como individuos y como colectivos, buscar la unidad, pero nunca la uniformidad. Debemos aprender a aceptar que los demás ven las cosas de forma diferente a la nuestra y optimizar positivamente las diferencias trabajando por el bienestar común. Como dijo una vez Gandhi: «Estamos de acuerdo en que el conflicto es inevitable, no hay camino para la paz, la paz es el camino».
Justamente porque la Paz es el camino a seguir, en vez de aceptar en un conflicto un «arreglo prematuro» o permitir que las relaciones se deterioren, debemos buscar activamente la paz y la reconciliación genuina. ¿Cómo? Como hemos ido mencionando: Respeto, Unidad y por último SERVICIO.
Si empleamos nuestro tiempo, nuestras prioridades sirviendo a los más desfavorecidos, ayudando a los más necesitados y empleamos nuestras fuerzas y recursos, buscando soluciones justas y mutuamente beneficiosas a nuestras diferencias: estaremos inmersos en un compromiso individual hacia la Paz. Compromiso que tiene como premisa, que todo conflicto es una nueva OPORTUNIDAD DE CAMBIO, cambio para conseguir el RESPETO, cambio para lograr la UNIDAD, cambio para optar por el SERVICIO hacia los demás, cambio para unir mi compromiso individual con el tuyo y logar así un COMPROMISO SOCIAL por la PAZ.
«El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz» Teresa de Calcuta.
Susana de Madariaga López-Cortón. Educadora Social y Mediadora