El 12 de enero se cumplieron cinco años del terremoto que sufrió Haití. A pesar del tiempo transcurrido, el país continúa enfrentando múltiples retos. El fortalecimiento y la autonomía de la sociedad civil haitiana son cuestiones primordiales para garantizar un desarrollo adecuado de la población y del país.
El seísmo se cobró la vida de 220.000 personas y afectó gravemente a gran parte de las infraestructuras; el impacto fue de tal magnitud debido a la extrema vulnerabilidad del Estado más pobre de Latinoamérica. Ya antes del terremoto, alrededor del 75% de la población vivía con menos de dos dólares diarios y casi la mitad carecía de agua potable.
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