El mes de marzo se cumplieron seis años de la guerra en Siria. En estos años de combates y bombardeos, Siria ha quedado completamente destruida. Si el conflicto no termina pronto, estaremos viendo el fin de Siria tal como la hemos conocido. Más de 500.000 personas han muerto en estos seis años, según Syrian Center for Policy Research.
Tras la primavera Árabe en Túnez, Egipto y el inicio de la rebelión en Libia, en marzo del 2011, estallaron las protestas contra el presidente, Bashar el Asad en Siria, que provocaron el comienzo de la guerra civil y la huida masiva hacia sus fronteras con otros países de la zona.
Más de 9 millones de refugiados han huido del conflicto hacia Europa. Lo que en un principio era un problema y una crisis que veíamos a la distancia, hoy se ha hecho más evidente con la ola de personas que buscan asilo en países de Europa huyendo de la guerra, sacrificando sus derechos más básicos poniéndose en manos de mafias, y que ha dejado a miles de personas muertas en el camino.
La respuesta vergonzosa de algunos países europeos, fue la instalación de vallas y alambradas, algo prohibido como países miembros del territorio europeo.
En ese momento ADRA Europa coordinó la respuesta a la crisis de refugiados, centrando los esfuerzos de las diferentes ADRA europeas en el paso de los refugiados por el territorio serbio. Ofreciendo alimentos en la frontera con Bulgaria y en Presevo y la creación de un centro de Información de asilo en Belgrado para asistir a los refugiados que pasan a través de Serbia.
Otra ruta utilizada por los refugiados y migrantes que huyen de países de Africa, por sus guerras y el hambre, utilizando barcas y cualquier objeto flotante, es cruzar el estrecho entre África y España.
En 2015 se trasladaron a la Península 9.676 personas, según el informe de 2015 de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), principalmente familias sirias que habían solicitado asilo y migrantes de los países del Sahel. Pero esta situación debe garantizarse a todas las personas solicitantes de asilo y que se encuentran en los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), trasladándolos a los centros de acogida de refugiados en la Península, donde sí tienen acceso a las prestaciones sociales previstas.
Para aquellos que lo consiguen, ADRA ofrece ayuda en sus más de 90 delegaciones repartidas por todo el territorio español y en sus cuatro Centro de Atención Sociolaboral, situados en Madrid, Vitoria, Zaragoza y Sagunto formación, aprendiendo el español, asesoramiento legal y orientándolos en su integración.
Preguntamos a Olga Calonge, directora general de ADRA España:
AL- ¿Cuál es la situación de estas personas y qué se está haciendo, por ellos y ellas, en Europa?
OC – La situación de personas que solicitan asilo no es nueva, hace años que personas llegan hasta nuestras fronteras huyendo del hambre, sequías, conflictos. Sin embargo el conflicto de Siria ha avivado este movimiento de personas.
Con vergüenza debo reconocer que los gobiernos europeos han mantenido una actitud indiferente, y en todo caso más preocupados de su seguridad que de las personas.
AL- ¿En qué punto nos encontramos hoy?
OC- La situación es dramática. Hay miles de personas a las puertas de Europa que hasta hace dos años las cruzaban hacia los países del interior con miedo, frío, huyendo de las mafias que se aprovechaban de sus necesidades e intentando salvar sus vidas de la guerra en Siria, hasta que algunos países miembros han levantado barreras, fronteras para impedir que los refugiados que llegaban por Turquía pudieron entrar en Europa, agravando de esta manera su situación.
Por otra parte no hay que olvidar que en el caso español también son muchas las personas que intentan llegar o que llegan a través de otras vías, incluida la marítima. Este flujo de personas es incesante.
AL- ¿Y en España como está la situación?
OL- España es un país de llegada, principalmente, de migrantes que huyen del hambre y las sequias de países africanos, aunque en este último meses se ha destacado la huida de los refugiados especialmente de sirios. España al igual que otros países europeos está incumpliendo con los acuerdos tomados en Europa de los 17.300 refugiados que se comprometió a acoger, solo han llegado unos 1.700.
AL- En nuestro país ¿Qué hace ADRA?
OC- ADRA España mantiene su compromiso por la igualdad y la integración de la población que llega hasta nuestro país.
Disponemos de más de 90 delegaciones en diferentes ciudades del territorio español donde desarrollamos acciones que cubren las necesidades básicas de familias, personas, en situación vulnerable. También se les ofrece orientación sobre recursos sociales y/ laborales. El trabajo de las delegaciones se desarrolla con la acción de voluntarios/as que favorece que estas personas se sientan acogidas y apoyadas.
Por otra parte tenemos cuatros Centros de Atención Sociolaboral, en diferentes ciudades, donde el personal profesional y contratado por ADRA dedica todo su empeño en facilitar el proceso de integración. Se ofrece orientación social, laboral, talleres y formación orientada al empleo haciendo hincapié en el aprendizaje del idioma español, elemento básico para una verdadera incorporación al mundo laboral que les permitirá su establecimiento en nuestro país.
AL- ¿Todos los que llegan se quedan?
OC- Suelen quedarse por que las opciones de regreso son muy limitadas, la inestabilidad de sus países no les permiten el retorno. Pero la realidad es que muchos de ellos te expresan su deseo de regresar algún día a su país de origen porque su familia, amigos, se han quedado allí. Por eso una línea de acción de ADRA es promover y actuar con diferentes intervenciones en los países de origen. Creemos en la necesidad de que los gobiernos mantengan una política de cooperación que evite que las personas se vean obligadas a abandonar sus raíces.
AL- Gracias Olga por la información y que el Señor bendiga vuestro trabajo solidarios.
Antonio Lerma – Resp. Comunicación ADRA España